10 razones por las que visitar al urólogo

10 razones por las que visitar al urólogo

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Noviembre es el mes internacional del cuidado de la próstata. Una reciente encuesta de la Asociación Europea de Urología (EAU, por sus siglas en inglés) mostró que solo uno de cada cuatro hombres mayores de 50 años sabe cuál es la función de la próstata, una glándula íntimamente relaciona...

Noviembre es el mes internacional del cuidado de la próstata. Una reciente encuesta de la Asociación Europea de Urología (EAU, por sus siglas en inglés) mostró que solo uno de cada cuatro hombres mayores de 50 años sabe cuál es la función de la próstata, una glándula íntimamente relacionada con la capacidad reproductiva del varón, cuya salud es fundamental vigilar para prevenir patologías como la infertilidad, la disfunción eréctil o los tumores malignos.

Según la SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica), el cáncer de próstata es el más común entre los varones adultos, con casi 31.000 mil casos diagnosticados en 2022. Sin embargo, si se diagnostica a tiempo, el porcentaje de supervivencia es de más del 90%. De ahí que existan numerosas razones para que las visitas al urólogo sean periódicas con el fin de tener el mejor pasaporte para gozar de una salud física, sexual y reproductiva plena.

El doctor Nelson Díez, urólogo de Vithas Valencia 9 de Octubre, nos da las claves para enfrentar miedos, tabúes y mitos sobre la próstata y desterrar los reparos que muchos hombres tienen con respecto a las revisiones periódicas de esta glándula, pequeña pero poderosa:

  • Produce y segrega el 35% del líquido seminal

Ubicada por debajo de la vejiga y por delante del recto, además de intervenir en la producción del semen, mezcla los fluidos que produce con los de las vesículas seminales, para transportar el esperma generado en los testículos.

  • Su buen funcionamiento es indispensable para la capacidad reproductiva del hombre

Además de en la producción de esperma, en su interior se genera una cámara de presión para bombear el semen al exterior a través del pene, permitiendo alcanzar el cérvix de la mujer. Además, los nervios y vasos que envuelven a la próstata son los encargados de la erección masculina y posee una válvula que controla la salida de orina desde la vejiga, evitando que la orina dañe la eyaculación.

  • Es una glándula que no deja de crecer durante toda la vida

Durante la adolescencia y la juventud, como es natural, aumenta su tamaño gracias a la influencia de la testosterona. A partir de los 50/60 años, sigue medrando, factores asociados a la edad, al envejecimiento y a los cambios en las células de los testículos pueden intervenir en el crecimiento de esta, al igual que los niveles de testosterona.

  • Hiperplasia benigna (HBP), prostatitis y cáncer son sus patologías más comunes (y se pueden prevenir)

La HBP, es un agrandamiento de la glándula que dificulta la salida de la orina desde la vejiga, que se asocia a la inflamación de la glándula. La prostatitis, supone una inflamación importante de la glándula, acompañada generalmente con dolor, dificultades en la micción y en ocasiones fiebre. Las prostatitis pueden ser agudas o crónicas y estas últimas a su vez pueden ser bacterianas y no bacterianas. El cáncer de próstata es un crecimiento descontrolado de células tumorales malignas en el interior de la glándula (por lo general adenocarcinoma) muchas veces asintomático y en otras ocasiones con alteraciones urinarias y sexuales. Es el tumor más frecuente en varones y constituye la segunda causa de mortalidad por cáncer en los hombres.

  • Ante la duda, acude al urólogo

¿Comparten la hiperplasia y prostatitis algún síntoma con el cáncer de este órgano? En la hiperplasia y las prostatitis la inflamación de la glándula está en íntimo contacto con la uretra, con lo cual las dificultades en la micción (síntomas obstructivos e irritativos) van a ser la norma. En el caso del cáncer de próstata, si el tumor no estuviese en la cápsula, sino más cerca de la uretra, también veríamos síntomas miccionales, de hecho, es lo habitual en los casos más avanzados donde gran parte de la glándula está afecta.

  • A partir de los 45, revisión una vez al año

Así como las mujeres tienen asimilado que deben hacerse una revisión ginecológica periódica, los hombres no suelen acudir al urólogo más que cuando algo “no anda bien”. Un gran error porque las revisiones urológicas masculinas son muy sencillas y constan de una exploración física que incluya tacto rectal asociado a una valoración ecográfica y determinación del nivel en sangre de PSA (antígeno prostático específico por sus siglas en inglés), un buen marcador de la salud prostática en todos los aspectos. Los varones mayores de 40 años, asintomáticos, deberán acudir si tienen antecedentes familiares de cáncer de próstata, si no los tienen, pueden acudir después de los 45 años. En el caso de presentar síntomas, sin importar los antecedentes, deberán ir al urólogo para una revisión a cualquier edad.

  • El nivel de testosterona en sangre influye sobre su tamaño

Sí, normalmente sucede que cuanto más altos sean los niveles de testosterona, la glándula suele crecer más y expresar más antígeno prostático (PSA).

  • La micción nocturna repetida puede ser un síntoma que revisar.

Levantarse más veces de la cuenta al baño durante la noche puede indicar un problema médico no asociado a la próstata (cardiovascular, renal, diabetes, medicamentos, etc.), o ser la consecuencia de una inflamación prostática, una hiperplasia prostática en progresión o en ocasiones una infección urinaria. Descartar esta posibilidad acudiendo al urólogo es siempre una buena práctica.

  • Así influye el estilo de vida en la salud de la próstata.

Los problemas de próstata afectan a tu rutina diaria. El Tabaquismo, alcohol, dietas desequilibradas, estrés, sedentarismo…Todos estos malos hábitos, a corto plazo, incrementan los estados proinflamatorios de la glándula y suelen irritar la vejiga, con lo cual se asocian a orinar peor. A medio-largo plazo, el tabaco se asocia a carcinoma urotelial de vejiga y de uretra posterior, contribuye a la disfunción endotelial que exacerba los síntomas de disfunción eréctil y la obesidad incrementa el riesgo de cánceres de próstata más agresivos.

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