Lo primero de todo, y más importante ante esta angustia que me presentan mucho los padres es tranquilizarlos, ya que ningún niño/a nace con un manual de instrucciones debajo del brazo y cada uno de ellos es un mundo. Por lo tanto, las fórmulas que sirven para unos niños, no son válidas para otros y, por consiguiente, a veces es necesario pedir ayuda a especialistas pero no porque se estén haciendo las cosas mal sino porque a veces ‘la cosa no funciona’ y habría que introducir cambios para mejorar el bienestar familiar y la salud mental del niño.
Sin embargo, existen numerosos autores que abordan este tema de la educación de nuestros hijos y me gustaría compartir con vosotros unos principios básicos que considero muy útiles.
Aquí os dejo los 15 principios básicos para educar a niños felices que enunció en su momento la educadora y filósofa italiana María Montessori, con el objetivo de lograr un adecuado desarrollo psíquico en la infancia. También aporto comentarios de mi propia ‘cosecha’.
-
Recuerda siempre que los niños aprenden de lo que les rodea. Sé su mejor modelo.
No olvidemos que los niños aprenden por imitación y observación, para que ellos estén bien es IMPORTANTE que sus padres también lo estén.
-
Si criticas mucho a tu hijo, lo primero que aprenderá es a juzgar.
-
En cambio, si lo elogias con regularidad, él aprenderá a valorar.
Vivimos en una cultura en la que tendemos mucho a destacar lo negativo y nos olvidamos de elogiar las cosas buenas. Mi consejo es que nunca te vayas a la cama sin haber elogiado a tu hijo/a en algo, por muy difícil que nos resulte determinados días. Siempre hay algo bueno que resaltar.
-
¿Qué ocurre si le muestras hostilidad al niño? él aprenderá a pelear.
-
Si se ridiculiza al niño de modo habitual, será una persona tímida.
-
Ayuda a que tu hijo crezca sintiéndose seguro a cada instante, será entonces cuando aprenda a confiar en los demás.
-
Si desprecias a tu hijo niño con frecuencia, se desarrollará un sentimiento muy negativo de culpa.
-
Propicia que tu hijo vea que sus ideas y opiniones son siempre aceptadas, con ello conseguimos que se sientan bien ellos mismos.
-
No hables mal de tu hijo/a ni cuando está cerca… ni cuando no lo esté.
-
Concéntrate en que tu hijo esté creciendo y desarrollándose de modo óptimo, valora siempre lo de lo bueno del niño de tal manera que no quede nunca lugar para lo malo.
-
Escucha siempre a tu hijo y respóndele cuando él se acerque a ti con una pregunta o un comentario.
Recuerda que nunca se debe ignorar a un niño, podemos ignorar determinadas conductas negativas, pero no a la persona.
-
Respeta a tu hijo/a aunque haya cometido un error. Apóyalo. Lo corregirá, ahora o quizás un poco más adelante.
-
Los niños escuchan mejor cuando existe un tono conciliador y, por el contrario, no escuchan cuando se les grita.
-
Debes estar dispuesto a ayudar a tu hijo/a si busca algo, pero debes también estar dispuesto a permitir que encuentre las cosas por sí solo.
-
Cuando te dirijas a ellos, hazlo siempre de la mejor manera. Ofréceles lo mejor que hay en ti mismo.