10 falsos mitos sobre la diabetes

10 falsos mitos sobre la diabetes

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La diabetes es una de las patologías crónicas más extendidas en el mundo ya que se estima en 422 millones el número aproximado de personas que la padecen, ya sea en su tipo I o II.

La diabetes es una de las patologías crónicas más extendidas en el mundo ya que se estima en 422 millones el número aproximado de personas que la padecen, ya sea en su tipo I o II. Por esta razón, hoy en día podemos encontrar miles de páginas con información sobre ella, muchas de las cuales no son, ni mucho menos, fiables. Disponer de información objetiva sobre la diabetes es muy importante para su correcto manejo por parte de pacientes y familiares de estos, así que coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Diabetes hoy vamos a desmontar los 10 falsos mitos más extendidos sobre esta patología que, bien controlada, permite que la persona que la padece pueda llevar una vida totalmente normal.

Como anécdota, hay grandes deportistas que la padecen y que tienen en sus vitrinas medallas olímpicas, títulos de Champions League o ascensiones a las montañas más altas del mundo.

Mito nº 1: La diabetes solo afecta a las personas de edad avanzada.

La diabetes es un desorden del metabolismo, del proceso que convierte el alimento que se ingiere en energía donde la insulina es el factor determinante. Existen dos tipos de diabetes: la de tipo I, donde el cuerpo no produce insulina y las personas deben inyectársela y que afecta, principalmente, a niños y jóvenes; y la tipo II, que se desarrolla cuando el cuerpo produce insulina pero no la suficiente o no puede aprovecharla adecuadamente, y suele presentarse en personas a partir de los 40 años, teniendo una tasa de prevalencia mayor, representando el 90% de los casos.

Mito nº 2 La diabetes tipo 2 es una forma leve de la diabetes.

Esta afirmación está muy extendida en la actualidad, pero hay que decir que tanto la diabetes tipo I como la de tipo II inciden en el cuerpo de una manera diferente, pero esto no implica que una sea más leve que otra.

Mito nº 3. Las personas con diabetes no pueden comer azúcar.

Tener diabetes no implica seguir una dieta completamente libre de azúcares, ya que, entre otras cosas, nuestro cuerpo no pude funcionar sin azúcar, es nuestra ‘gasolina’ particular. Lo que sí hay que hacer es seguir una dieta equilibrada y saludable baja en grasas saturadas evitando el exceso de sal y los azúcares refinados.

Mito nº 4: Las personas con diabetes no pueden hacer deporte ni cualquier tipo de actividad física.

Como hemos mencionado en la introducción de este post, existe un buen número de deportistas profesionales que padecen diabetes. Por esta razón, los diabéticos pueden hacer cualquier tipo de deporte, por lo general. Es más, está demostrado que el deporte contribuye a mejorar el control de los niveles de glucemia porque el sobrepeso incrementa hasta en ocho veces el riesgo a padecerla. Aunque no hay límites genéricos, sí que debemos tomar precauciones como, por ejemplo, posponer el ejercicio físico en periodos de descompensación glucémica.

Mito nº 5. Todos los diabéticos se quedan ciegos.

Aunque sí es cierto que esta enfermedad puede afectar a la visión, las posibilidades de desarrollar esta complicación se pueden reducir considerablemente llevando un buen control glucémico manteniendo un estilo de vida saludable.

Las revisiones oftalmológicas periódicas son fundamentales para vigilar, detectar y abordar posibles complicaciones como la retinopatía diabética con las mayores garantías posibles.

Mito nº 6. La diabetes no se puede prevenir y es contagiosa.

Esta afirmación es cierta, a medias. Si bien es cierto que la diabetes tipo I no se puede prevenir, debido a que no se conoce aún con certeza por qué algunos niños y jóvenes la padecen, no es en absoluto contagiosa. La diabetes NO ES UN VIRUS QUE PUEDA SER CONTAGIADO. En cuanto a la diabetes tipo II, un gran porcentaje de las personas que la padecen está relacionado con otros problemas de salud derivados de hábitos de vida poco saludables, y en este caso podemos afirmar que sí se puede prevenir. Este segundo tipo TAMPOCO ES CONTAGIOSA.

Mito nº 7.  Los alimentos ‘sin azúcar añadido’ o CON ‘bajo contenido en azúcar’ no afectan a las glucemias.

Los conceptos ‘sin azúcares añadidos’, ‘light’ o ‘bajo en azúcar’” no implican que el alimento no lleve otro tipo de hidratos de carbono. Se trata de una falsa creencia es asumida por gran parte de la población y esto puede tener consecuencias para las personas con diabetes, pues estos hidratos de carbono se convierten en azúcares tras la digestión afectando a los niveles de glucosa.

Mito nº 8. La diabetes tipo II no necesita insulina. 

Este tipo de diabetes suele tener una evolución progresiva ya que hay pacientes que, pese a manejarla en un principio únicamente con medicamentos orales, puede llegar un momento en el que este tratamiento no sea suficiente para mantener estables los niveles de glucosa, haciendo necesario el uso de insulina.

Mito nº 9. La leche y la fruta no contienen hidratos de carbono y pueden ser consumidos sin control por las personas diabéticas.

La leche y la fruta contienen hidratos de carbono por lo que su digestión provoca una subida de los niveles de azúcar en sangre. Es necesario controlar las cantidades que se toman de estos alimentos.

Mito nº 10. Comer muchos dulces causa diabetes.

El consumo excesivo de azúcar, bollería o dulces no es causa directa de la diabetes, pero son alimentos que si los tenemos introducidos en nuestra dieta habitual, corresponde con un estilo de vida no saludable, que si puede ser causa de diabetes.

Tanto las personas que comen dulces como las que no, pueden ser diagnosticadas de diabetes en algún momento de su vida. Por lo que respecta a la diabetes tipo I, se desarrolla en las personas con determinados factores genéticos que contribuyen a la destrucción de la célula beta del páncreas. En el desarrollo de la diabetes tipo II influyen, además, factores derivados de un estilo de vida poco saludable.

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