Infartos, ictus y otras patologías no permiten retrasos en  la atención por la situación creada por la pandemia

Infartos, ictus y otras patologías no permiten retrasos en  la atención por la situación creada por la pandemia

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La pandemia por covid-19 está teniendo un doble impacto en la salud. De un lado, están las consecuencias por infección del virus. De otro, se está viendo que el miedo a contagiarse de covid-19 lleva a muchos a retraerse ante la necesidad de acudir al hospital. O a una consulta médica ante deter...

La pandemia por covid-19 está teniendo un doble impacto en la salud. De un lado, están las consecuencias por infección del virus. De otro, se está viendo que el miedo a contagiarse de covid-19 lleva a muchos a retraerse ante la necesidad de acudir al hospital. O a una consulta médica ante determinados síntomas o para el seguimiento de enfermedades que precisan control médico.

Tanto es así que el miedo a ser infectado con el coronavirus está provocando que pacientes que necesitarían una rápida intervención médica por infarto se queden en casa. Esta es una de las conclusiones del estudio que ha desarrollado la Asociación de Cardiología Intervencionista de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). Los datos señalan una reducción del 40% en el tratamiento del infarto durante el estado de alarma.

  • Otras patologías de fácil resolución, como apendicitis, están dando casos complicados por la tardanza en acudir al hospital

Patologías tiempo dependientes

La situación es preocupante porque aumenta el riesgo de mortalidad. No es que se produzcan menos infartos, sino que no se acude a los centros hospitalarios en cuanto aparecen los síntomas. Y precisamente la atención temprana es vital. Porque aumenta las posibilidades de supervivencia. Además, una intervención rápida puede reducir secuelas y favorecer la recuperación.

  • En patologías tiempo dependientes hay un tiempo acotado para intervenir y reducir las secuelas

 En este sentido, es importante resaltar que existen complicaciones de salud denominadas tiempo dependientes. Es decir, que se establece un tiempo acotado para intervenir y reducir las secuelas. En el caso de los infartos, por ejemplo, «una actuación durante los 90 minutos posteriores a la obstrucción de la arteria que se ha producido puede eliminar el daño en el corazón», explica el Dr. Pedro Rollán, director médico de Vithas Valencia 9 de Octubre. Sin embargo, «la tardanza en la intervención puede llevar a una pérdida en la capacidad de contracción del corazón de hasta un 40%». De igual forma, en el caso de los Ictus, existe una «ventana de actuación» limitada en el tiempo durante la cual se trata de disolver el coágulo que ha producido el accidente cerebrovascular.

En infartos de miocardio este tiempo se establece en 90 minutos tras el accidente cardiovascular

Complicación en patologías comunes

 Además de patología cardiovascular, durante estos meses también se están viendo complicaciones en patologías que hasta la situación de pandemia tenían fácil tratamiento. Apendicitis, por ejemplo, que en condiciones normales se trataban ante los primeros síntomas abdominales, llegan ahora tras un período innecesario de evolución, con pus, flemonosas (la mucosa ha comenzado a presentar pequeñas ulceraciones), lo que condiciona su tratamiento y pronóstico.

 

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