En ocasiones, después de una lesión de rodilla, es necesario quitar parte o la totalidad de un menisco porque genera dolor. Esto puede provocar que la rodilla, una articulación de carga, se quede desprotegida y se desgaste con el tiempo; provocando consecuencias mayores en el futuro, obligando in...
En ocasiones, después de una lesión de rodilla, es necesario quitar parte o la totalidad de un menisco porque genera dolor. Esto puede provocar que la rodilla, una articulación de carga, se quede desprotegida y se desgaste con el tiempo; provocando consecuencias mayores en el futuro, obligando incluso a implantar una prótesis.
El servicio de traumatología de Vithas Las Palmas recomienda habitualmente el trasplante meniscal en aquellos casos donde existe dolor progresivo y el paciente presenta síntomas que limitan el desarrollo de la vida diaria o la práctica deportiva, en particular en pacientes jóvenes, con edades inferiores a los 45 y 50 años. Esta cirugía es una intervención sustitutiva por artroscopia en la que el paciente recibe un menisco completo procedente de un donante cadáver. En esta intervención, los traumatólogos retiran los restos del menisco no funcional del paciente y lo sustituyen por el donado, a través de un sistema de túneles y suturas, de manera que se localice exactamente en la misma posición que el anterior.
Cuando se extrae el menisco, la rodilla pierde amortiguación y se descompensa hacia el lado donde anteriormente se situaban los fibrocartílagos, provocando desgaste. Con el tiempo suelen aparecer lesiones persistentes y el trasplante puede ser una opción para preservar la rodilla en la mayoría de los casos, comenta el Dr. Néstor Moreno, jefe del servicio de traumatología de Vithas Las Palmas, que junto al doctor Tomás Roca han llevado a cabo cuatro trasplantes meniscales con éxito para salvar rodillas en Canarias, tras haberse formado en el extranjero. El trasplante de menisco requiere un elevado conocimiento quirúrgico especializado, donde las técnicas de reparación de lesiones deportivas, como las lesiones de ligamento cruzado anterior, meniscos y cartílago, permiten ejecutar cirugías más complejas en la articulación como ésta, puntualiza el Dr. Moreno.
¿Qué puede esperar el paciente después de la cirugía?
El resultado de la cirugía depende principalmente de la metodología aplicada por los traumatólogos en quirófano. Después de un año tras la cirugía, la mayor parte de los pacientes son capaces de volver a actividades deportivas de menor impacto y, en alguna ocasión, son capaces de volver a su estado previo. Sin embargo, es recomendable que los pacientes valoren dejar la práctica de deportes de contacto, como el fútbol o la carrera.
El riesgo de rotura o lesión del implante es mayor cuando realizamos el trasplante en rodillas que ya tienen un alto grado de desgaste, comenta el doctor Moreno, jefe del servicio de traumatología de Vithas Las Palmas. Por eso, el especialista insiste en la importancia de realizar una evaluación detallada a cada paciente al detalle y un programa de tratamiento y rehabilitación personalizado.
