Cómo prevenir sentimientos y emociones negativas entre nuestros mayores durante el confinamiento

Cómo prevenir sentimientos y emociones negativas entre nuestros mayores durante el confinamiento

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El confinamiento conlleva unos cambios en nuestras costumbres, hábitos y en la manera de interaccionar con el resto del mundo, pudiendo aflorar algunas emociones o sentimientos desagradables, sobre todo en las personas mayores, que tienen especial vulnerabilidad. En los ancianos, el sentimiento ...

El confinamiento conlleva unos cambios en nuestras costumbres, hábitos y en la manera de interaccionar con el resto del mundo, pudiendo aflorar algunas emociones o sentimientos desagradables, sobre todo en las personas mayores, que tienen especial vulnerabilidad.

En los ancianos, el sentimiento de soledad, el aislamiento social, la limitación de movimientos y el cambio obligado de las rutinas aumenta la probabilidad de sufrir problemas psicológicos importantes.

El miedo en esta población se incrementa más de lo normal, al sentirse especialmente amenazados por el virus, debido a la información negativa que reciben de los medios.

Además, existen infinidad de circunstancias difíciles de digerir, como el dolor por la pérdida de un ser querido del que no te puedes despedir o la incertidumbre del familiar del enfermo aislado en un hospital, que en medio de la crisis del coronavirus ha propiciado un caos emocional.

Hoy, el Dr. Iván Ariza Segovia, médico especialista en geriatría del hospital Vithas Málaga, nos explica cuáles son los principales trastornos psicológicos que pueden afectar a las personas mayores durante el confinamiento y ofrece algunos consejos para prevenirlos.

¿Cuáles son los principales problemas psicológicos que pueden afectar a este colectivo durante el confinamiento?

Entre los principales problemas psicológicos que podemos desarrollar se encuentra la ansiedad, la tristeza, la depresión y los síndromes confusionales.

La ANSIEDAD es una respuesta normal a una amenaza o una situación de estrés y está relacionada con la sensación de miedo. Cumple una importante función en la supervivencia. Sin embargo, la ansiedad se considera un trastorno cuando ocurre en momentos inapropiados, ocurre con frecuencia o es de tal intensidad y duración que interfiere en el desarrollo de la actividad habitual de la persona.

Un trastorno de ansiedad puede desencadenarse como una respuesta al estrés ambiental, por ejemplo ante la ruptura de una relación personal o la exposición a un desastre que amenaza la vida de la persona, como en esta caso, una pandemia.

La TRISTEZA es un sentimiento de dolor anímico producido por un suceso desfavorable que suele manifestarse con un estado de ánimo pesimista, la insatisfacción y la tendencia al llanto.

La DEPRESIÓN se puede describir como el hecho de sentirse triste, melancólico, infeliz, abatido o derrumbado. La mayoría de nosotros se siente de esta manera de vez en cuando durante períodos cortos de tiempo, y es algo normal; el problema surge cuando este sentimiento se mantiene en el tiempo e interfiere con la vida diaria.

Los síntomas de depresión incluyen, irritabilidad, dificultad para concentrarse, dificultad para  conciliar el sueño o exceso de sueño; cambio grande en el apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso; cansancio y falta de energía; sentimientos de inutilidad, odio a sí mismo y culpa; o inactividad y pérdida de placer en actividades que suelen hacerlo feliz, entre otros.

El SINDROME CONFUSIONALAGUDO es una alteración del estado mental caracterizada por la alteración del nivel de conciencia y de la atención, asociado a la alteración de funciones cognitivas (memoria, orientación, pensamiento, lenguaje, percepción) y de otras funciones (conducta psicomotriz, afectividad, ciclo sueño-vigilia, sistema neurovegetativo); el inicio es agudo-subagudo y su curso fluctuante.

Este síndrome es más frecuente en personas con factores predisponentes (edad avanzada, pluripatológicos, polifarmacia, bajo apoyo social…) y que están sometidos a factores desencadenantes, como pueden ser la hospitalización o el confinamiento. Esta patología es muy frecuente en estos días, genera gran alarma social y malestar en convivientes y familiares.

Consejos para prevenir estos trastornos psicológicos

Para evitar estos trastornos es fundamental la adaptación, entendida como el conjunto de cambios en la conducta de un individuo como respuesta a los estímulos ambientales, que permite su supervivencia. Para ello, se recomienda:

  • Mantener las mismas rutinas y horarios en la medida de lo posible, que ayudan a mantener una actividad diaria, como los horarios de sueño, comidas y toma de medicación habitual.
  • Realizar una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, así como garantizar una correcta hidratación. Evitar el consumo del tabaco y el alcohol, con efectos psicoactivos, para “atemperar las emociones”.
  • Realizar ejercicio físico y alejarse de la vida sedentaria. Mantenerse activos evade a la mente de pensamientos negativos. Si dispone de jardín o terraza se recomienda realizar actividad física en ellos, y si no, realizarlos cerca de ventanas para así también aprovechar los beneficios, tanto físicos como psicológicos, de la luz natural.
  • Realización de ejercicios cognitivos, lectura, juegos de mesa, manualidades, cine… y recurrir a las aficiones que cada uno tenga para sobrellevar momentos difíciles.

Todas estas actividades están encaminadas a mejorar la autoestima, disminuir la ansiedad, la tristeza, la irritabilidad y el aislamiento social, pero es fundamental que tanto la terapia física como cognitiva sea adecuada al nivel de cada persona.

La información y comunicación son fundamentales en esta etapa de aislamiento social, por ello es recomendable mantener el contacto con familiares y amigos de forma telemática: teléfono, internet, videollamadas, incluso redes sociales. Se ha observado que una información actualizada y precisa mejora los síntomas de ansiedad, por lo que hay que procurar estar siempre bien informado, pero sin entrar en una sobresaturación que pueda resultar contraproducente

Otra recomendación es “permitirse estar mal”, pues es inevitable tener un bajón anímico, pero, si seguimos los consejos anteriores es raro que cronifique.

Asimismo, la Junta de Andalucía se ha sumado al programa de acompañamiento telefónico “Adopta un Abuelo”, dirigido fundamentalmente a personas mayores aisladas durante el periodo de confinamiento por el Estado de Alarma provocado por la epidemia de covid-19.

 

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