¿Conoces el Método Canguro o piel con piel?

PRUEBA

El Método Canguro consiste en el contacto piel con piel entre los recién nacidos y su madre o padre, con lo que se consiguen una serie de importantes beneficios. La lactancia materna es esencial para el recién nacido desde su primera hora de vida, así como posteriormente. Además, al nacer los niños están en un estado de alerta tranquila, fruto de la noradrenalina secretada en el momento del parto. Es la ocasión perfecta para continuar el vínculo con mamá, de sentirla, de olerla, de tenerla cerca. 

Principales beneficios:

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que sus principales beneficios son:

  1. Mayor y más rápida estabilización tras el parto de sus niveles de oxígeno, respiración y la frecuencia cardiaca, en comparación con los recién nacidos que están en la incubadora. Además, los niveles de glucosa se normalizan, evitando las hipoglucemias y el síndrome de muerte súbita del lactante
  • La madre mantiene la temperatura del bebé de una manera más regular. Es decir, en contacto piel con piel, el pecho de la madre va cogiendo mayor temperatura para calentar al bebé si éste tiene baja temperatura. Por el contrario, también puede bajar la temperatura de la madre si su bebé tiene fiebre.
  • Favorece la lactancia materna ya que el contacto piel con piel favorece la producción de leche materna, por lo que el bebé se favorece de los beneficios de ésta.
  • El bebé desarrollará sus instintos y la mamá, fruto de este instante de placer que está viviendo, secretará oxitocina, necesaria para la contracción del útero y para el inicio de la lactancia materna.
  • Disminuye los niveles de cortisol de la mamá y del recién nacido, disminuyendo la ansiedad y el llanto de éste último.

¿Qué duración es la más recomendable para realizar el método piel con piel?

El contacto piel a piel debería comenzar de forma gradual, de manera que el tránsito de la atención convencional al MMC continuo sea imperceptible. No obstante, deberían evitarse sesiones cuya duración sea inferior a 60 minutos, ya que los cambios frecuentes estresan al bebé. La duración diaria del contacto piel a piel debería ir aumentando paulatinamente hasta llegar a ser lo más continuo posible, tanto de día como por la noche. Cuando la madre deba separarse de su bebé, éste deberá quedar bien arropado en una cuna caldeada, apartado de toda corriente y cubierto con una manta que le abrigue, o bien se le deberá colocar en un dispositivo de regulación de temperatura apropiado.

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