El vértigo no avisa. ¿A qué especialista debo acudir?, ¿cómo se diagnostica y se trata?

El vértigo no avisa. ¿A qué especialista debo acudir?, ¿cómo se diagnostica y se trata?

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Aunque la mayoría de la población pueda pensar lo contrario, no es lo mismo un mareo que un vértigo. Los mareos son un síntoma característico de muchísimas patologías posibles y nada tienen que ver con los vértigos. Existen dos tipos de vértigos: los periféricos, que afectan al sistema v...

Aunque la mayoría de la población pueda pensar lo contrario, no es lo mismo un mareo que un vértigo. Los mareos son un síntoma característico de muchísimas patologías posibles y nada tienen que ver con los vértigos.

Existen dos tipos de vértigos: los periféricos, que afectan al sistema vestibular del oído interno y los centrales, que son los que inciden en el cerebro. Este es el motivo por el que los primeros deben ser tratados por especialistas en Otorrinolaringología y, los segundos, por neurólogos.

Los vértigos periféricos, los más habituales se presentan de forma súbita, brusca, y tienen un carácter paroxístico, que cede en seguida. Poseen características especiales y se diagnostican rápidamente. Suelen afectar al oído, a la vista y al sistema properceptivo.

Síntomas del vértigo periférico

  • Sensación de movimiento, de dar vueltas.
  • Sudoración, taquicardias, hipotensión, arritmias, vómitos, diarreas.
  • Pérdida de audición, con aparición de acúfenos, sordera, sensación de audición fluctuante, de plenitud en el oído (como con resonancia).
  • Pérdida de equilibrio.

Síntomas del vértigo central

  • Sensación  inminente de pérdida de conciencia.
  • Visión doble
  • Problemas con los movimientos de los ojos
  • Parálisis facial
  • Debilidad en las extremidades
  • Dificultad para deglutir
  • Mala articulación del lenguaje

Síntomas del mareo

Es un síntoma propio de las alteraciones del equilibrio, pero también de otros trastornos, y hace referencia al malestar general; trae consigo palidez, cambio del ritmo cardíaco, sensación de náuseas y sudoración fría, pero no sensación de movimiento propio o del entorno. Suele decirse que siempre que hay vértigo hay mareo, pero no siempre que hay mareo hay vértigo.

Pruebas para diagnosticar el vértigo

  • Un buen conocimiento de la historia clínica del paciente permite discernir si se trata de vértigos periféricos o centrales.
  • Pruebas espontáneas para descubrir un origen vestibular: hacer que el paciente mantenga el equilibrio con los pies juntos por los talones con los ojos cerrados; en posición de sentados, estirar los brazos en paralelo y mover de abajo a arriba. Los vértigos periféricos se detectan si en ambos test se produce un movimiento lateral del tronco o de los brazos.
  • Movimiento de los ojos (nistagmo espontáneo). Los vértigos periféricos acontecen con movimientos en los ojos de forma rítmica, ordenada. Los vértigos centrales, sin embargo, provocan movimientos verticales.
  • Con otras pruebas de coordinación de movimientos (como tocar con el índice rodillas y nariz con los ojos cerrados) se puede detectar la existencia de vértigos centrales.

Tratamiento del vértigo

Para aliviar la sintomatología vertiginosa es necesario consultar con un especialista que puede recomendarle algunos fármacos, sólo los casos en los que el tratamiento médico para el vértigo fracasa se podrá recurrir a cirugía.

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