Gastroenteritis aguda en los niños, un clásico del verano ante la que hay que saber cómo actuar

Gastroenteritis aguda en los niños, un clásico del verano ante la que hay que saber cómo actuar

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La Gastroenteritis Aguda (GEA) es, según la coordinadora de Pediatría del Hospital Vithas Fátima, la Dra. Mar Portugués de la Red, una inflamación de la mucosa gástrica e intestinal, que provoca diarrea y, en ocasiones, puede acompañarse de otros síntomas como vómitos, fiebre o dolor abdomi...

La Gastroenteritis Aguda (GEA) es, según la coordinadora de Pediatría del Hospital Vithas Fátima, la Dra. Mar Portugués de la Red, una inflamación de la mucosa gástrica e intestinal, que provoca diarrea y, en ocasiones, puede acompañarse de otros síntomas como vómitos, fiebre o dolor abdominal. Es, como su nombre indica, un proceso agudo que suele comenzar de manera brusca y se cura por sí solo en unos días. Es aconsejable seguir una serie de consejos, y, en ocasiones, puede ser necesaria una visita al Pediatra.

Es muy frecuente en la infancia. En la mayoría de los casos se asocia a un origen vírico, aunque también se puede producir por otros agentes infecciosos, como bacterias o parásitos. También se produce como consecuencia de la ingesta de alimentos en mal estado (sobre todo en verano, como consecuencia de una mala manipulación o conservación de los alimentos).

El síntoma más frecuente es la diarrea, que son deposiciones líquidas y abundantes, que pueden ir acompañadas de moco y algún hilillo de sangre. También puede presentar náuseas o vómitos, fiebre y dolor abdominal en forma de retortijones.

Medidas ante una GEA en niños:

- Hidratación.

El principal riesgo para la salud que conlleva la gastroenteritis aguda es la deshidratación, por lo que se debe ofrecer a los niños líquidos de forma constante, sin forzarles y en cantidades pequeñas.

Los sueros de rehidratación oral de venta en farmacias son la mejor opción, puesto que su composición repone no solamente las perdidas líquidas sino también las sales minerales que se pierden con las diarreas y los vómitos.

Hay que tratar de evitar las bebidas isotónicas para deportistas y las bebidas azucaradas, sobre todo en los pacientes pediátricos.

- Dieta.

En caso de que el niño tenga hambre y no vomite, puede comer, aunque sin forzarle. Debe realizar una dieta equilibrada y sana; evitando los alimentos muy grasos -como ciertas carnes, por ejemplo, la de cordero- y determinadas técnicas de cocina como los rebozados o fritos. Son recomendables los productos hervidos, a la plancha, o al vapor.

No es necesaria una dieta especialmente astringente. Salvo que así lo indique el pediatra, no es necesario eliminar la lactosa de la dieta.

- Medicamentos.

La gastroenteritis aguda es un proceso autolimitado que no requiere medicación. No son necesarios los antibióticos, salvo en determinados casos; y siempre prescritos por un especialista.

Sí pueden ser útiles los analgésicos, como el paracetamol, para controlar la posible fiebre y/o dolor abdominal que puede aparecer. Los preparados probióticos que contienen microorganismos, pueden ser indicados por su pediatra, favoreciendo la recuperación de la flora intestinal y acortando ligeramente la duración del proceso.

¿Cuando se debe visitar al pediatra?: el peligro de la gastroenteritis aguda es la deshidratación.

- Deshidratación:

La deshidratación por gastroenteritis se produce cuando el niño no es capaz de reponer la pérdida de líquidos que sufre. Los signos de deshidratación son: postración y apatía, sequedad de boca y labios con falta de lágrimas con el llanto, ojos hundidos, ausencia de orina en 4-6 horas.

El riesgo de deshidratación es mayor en lactantes menor de un año y ante cualquier sospecha de deshidratación o complicación, hay que acudir al pediatra debe ser evaluado por un especialista.

- Otros síntomas:

También es aconsejable acudir a Pediatría si el niño tiene vómitos repetidos, que no le permitan retener el líquido que ingiere; si padece fiebre y no responde a los antitérmicos; y/o si el dolor abdominal intenso no cesa pese a los analgésicos.

¿Cómo prevenir la GEA?

La GEA es un proceso muy contagioso, por lo que los familiares convivientes con el niño han de extremar las medidas de higiene: lavado de manos constante, especialmente tras contacto con el niño con las deposiciones del mismo.

Es muy importante durante la época estival asegurar el correcto estado y preparado de las comidas.

Así mismo, existe la vacuna contra el rotavirus, uno de los principales productores de diarrea, que se administra en forma bebible. La Asociación Española de Pediatría recomienda su administración a todos los lactantes durante los primeros meses de vida.

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