Mayo, el peor mes para las alergias

Mayo, el peor mes para las alergias

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El mes de mayo es en el que la alergia se manifiesta con más fuerza En esta época del año, aumenta la afluencia de pacientes que acuden a consulta, piden cita o recurren a urgencias para ver a un alergólogo, es por ello, por lo que el doctor Julián López Caballero, Responsable de la Unidad d...

El mes de mayo es en el que la alergia se manifiesta con más fuerza

En esta época del año, aumenta la afluencia de pacientes que acuden a consulta, piden cita o recurren a urgencias para ver a un alergólogo, es por ello, por lo que el doctor Julián López Caballero, Responsable de la Unidad de Alergología del Hospital Vithas la Salud de Granada, nos da las claves para sobrevivir a la alergia primaveral.
Hemos de ser conscientes de que aunque los primeros síntomas empiezan a manifestarse entre enero y marzo, el mes en el que la alergia ataca más fuerte es mayo, y sus efectos se alargan hasta entrado junio.
En estas fechas se disparan los casos de alergia. Los síntomas empiezan con estornudos más frecuentes de lo habitual, picor en los ojos y humedad en la nariz. La concentración de polen puede dar lugar a que la alergia evolucione a asma bronquial, haciendo que a las personas que lo sufren les falte el aire, tosan mucho y sientan pitidos en el pecho. Ante la primera sospecha hay que consultar con un alergólogo para diagnosticar la alergia y establecer un tratamiento frente a ella, o preventivo.
¿Cómo mantener la alergia bajo control?
Siguiendo algunas pautas es posible amortiguar los efectos de la alergia en esta época:
• Evita en la medida de lo posible los paseos al aire libre o en zonas ajardinadas especialmente a primera hora de la mañana y a última de la tarde.
• Si vas en coche: ventanillas cerradas y usa gafas de sol.
• Cuidado con sacudir la ropa que ha estado tendida en el exterior dentro de casa si hay pacientes alérgicos.
• Para combatir la rinitis y la rinoconjuntivitis de la alergia necesitarás un antihistamínico vía oral con un corticoide inhalado.
• Si aparecen cuadros de asma se pueden controlar con un inhalador broncodilatador asociado a un corticoide a nivel bronquial.
¿La alergia se cura, o es para toda la vida?
“Ser alérgico es una enfermedad crónica, pero si modificamos la respuesta inmunológica con un tratamiento alergénico alteramos la historia natural de la enfermedad”, explica el doctor López Caballero. Esto quiere decir que, si tratamos y vacunamos de forma adecuada, la sintomatología del paciente va a mejorar. Si padece rinitis no desembocará en un caso de asma; si el tratamiento empieza a hacerse en otoño, en primavera los síntomas serán mínimos; y repitiendo el proceso durante varios años seguidos llegará un momento en el que el paciente apenas notará molestias en la época de las alergias.
El doctor López Caballero, alergólogo del Hospital Vithas La Salud, destaca que la alergia respiratoria es una enfermedad eminentemente de personas jóvenes, aunque también se va viendo cada vez a personas de edad más avanzada que desarrollan un proceso alérgico. Pero lo más habitual es que las personas que padecen alergia empiecen a manifestarlo desde la infancia, desarrollando intolerancia hacia alimentos como la leche o el huevo, dermatitis atópicas, rinitis y conjuntivitis. Lo normal es que el asma bronquial no aparezca hasta la edad juvenil adulta.
Además, ser alérgico también tiene un importante componente genético: si los padres presentan antecedentes es muy probable que los hijos sean alérgicos. Pero el doctor López Caballero insiste en que lo que se hereda es la posibilidad de desarrollar una alergia, pero no la alergia en sí. Un padre puede tener alergia a un medicamento, por ejemplo, y el hijo puede desarrollar una rinitis por polen; es decir, que no tienen porqué padecer la misma alergia. Pero tampoco es taxtativo: “dependerá de la carga genética, del ambiente en el que el paciente vive, y de otros factores que hacen que en un momento determinado se dispare el sistema inmune y aparezca la alergia. De hecho, hay estudios hechos en los que se ha trabajado con dos hermanos gemelos en el que uno es tremendamente alérgico y el otro no tiene ninguna alergia, aunque curiosamente al hacerse las pruebas sale positivo, pero no desarrolla los síntomas”, aclara el doctor.
El alergólogo Julián López Caballero explica que, cuando él estudiaba a finales de los 90, la tasa de personas con alergia estaba en torno al 15% de la población. Actualmente se sitúa en un 25%. Este aumento progresivo se debe principalmente al exceso de higiene de la sociedad moderna, y a la exposición constante a la contaminación por partículas de motores diésel, sobre todo en las grandes ciudades. El uso de antibióticos de amplio espectro o el estar muy vacunado frente a muchas enfermedades también propicia el desarrollo de alergia en la población. “Es por el hecho de estar superprotegidos, de no tener contacto con contaminación: el sistema inmune no puede estar parado. Si no hay epidemia, no hay infecciones, no hay suciedad contra la que luchar, el cuerpo se busca otros enemigos: el melocotón, los ácaros, el olivo...”.

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