Una exposición solar prolongada en verano puede afectar a nuestro cerebro

Una exposición solar prolongada en verano puede afectar a nuestro cerebro

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La luz solar es clave para nuestro organismo ya que promueve la cicatrización de heridas y la circulación dérmica, aumenta el número de glóbulos blancos, ayuda a rebajar el colesterol en sangre y disminuye la tensión arterial. Además, es beneficiosa para la producción de la serotonina, neuro...

La luz solar es clave para nuestro organismo ya que promueve la cicatrización de heridas y la circulación dérmica, aumenta el número de glóbulos blancos, ayuda a rebajar el colesterol en sangre y disminuye la tensión arterial. Además, es beneficiosa para la producción de la serotonina, neurotransmisor responsable a nivel bioquímico, de nuestro estado de ánimo. Sin embargo, una exposición prolongada y las altas temperaturas pueden afectar a nuestro cerebro.

Todos los años la Sociedad Española de Neurología (SEN) recomienda una serie de pautas básicas para cuidarnos durante la época estival, ya que las altas temperaturas afectan directamente a nuestro hipotálamo, y conseguir regular nuestra temperatura corporal le supone un sobreesfuerzo

Según explica desde Vithas Valencia Consuelo la doctora Belén Moliner, directora médica de Vithas NeuroRHB "el periodo de confinamiento que hemos vivido estos meses nos ha inducido a echar de menos al sol, pero ahora en verano, debemos recibirlo con prudencia tomando las medidas de precaución adecuadas para evitar una exposición dañina”.

Temperatura corporal y cerebro

En el cerebro se encuentra el centro termorregulador, formado por una serie de estructuras hipotalámicas, de la sustancia reticular del tronco y de los ganglios basales, que se encarga de mantener la temperatura corporal constante. Si la temperatura del cuerpo aumenta, inicia la puesta en marcha varios procesos de termólisis, para "perder" calor y poder refrigerarlo

Recomendaciones para personas sanas

Si la persona no sufre ningún problema neurológico, las recomendaciones son:

-Evitar las horas de máximo calor que suelen centrarse entre las 12 y las 17 horas

-Hidratarse adecuadamente

-Hacer comidas sanas y fáciles de digerir

-Evitar el ejercicio intenso, las bebidas alcohólicas y el exceso de cafeína

-Vestir ropa fresca y cómoda

-Tener una buena rutina y calidad del sueño.

Recomendaciones para personas con problemas neurológicos

En el caso de personas con problemas neurológicos, según la experta de Vithas NeuroRHB, es importante la ingesta elevada de líquidos, “cuando las temperaturas aumentan deben de beber más de 1,5 litros de agua al día, incluir en la dieta alimentos ricos en agua, como la fruta y la verdura. Además de ampliar la variedad de líquidos ingeridos, como tés, zumos de frutas, leche e infusiones frías”.

Sin embargo, teniendo en cuenta que grandes cantidades de agua pueden provocar la alteración hidroelectrolíticas y que la distensión gástrica produce disminución de la sensación de sed, es aconsejable según la profesional “beber en pocas cantidades a lo largo del día en vez de ingerir grandes cantidades de líquido en poco espacio de tiempo” y especifica que “para las personas con daño cerebral u otras enfermedades neurológicas que presenten disfagia, recomendamos una valoración pormenorizada de la deglución por parte de un servicio especializado, y seguir las recomendaciones pertinentes, como recurrir al uso de espesantes y agua gelificada de sabores”.

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